Una entrevista a Ralph Murphine de Angélica Cureño
“Ahora el poder político está en los ciudadanos, no en los dirigentes ni en los partidos, pero tienen que saber usarlo, porque no todo pueden ser manifestaciones en la calle, tal vez eso es demostrarlo, pero no usarlo” opina el consultor internacional Ralph Murphine
Por décadas los mexicanos habíamos confiado a nuestros políticos y servidores públicos la conducción del país; al despuntar el nuevo siglo, los cambios han puesto punto final al viejo esquema que unía al ciudadano con el Gobierno, al tiempo que se evidencia que el ciudadano común sabe enojarse, hacer marchas y plantones, votar por el candidato inesperado y tomar decisiones más drásticas. Pero lo cierto es que aún no sabe exigir sus derechos a sus gobernantes.
Sobre este y otros temas habló Ralph Murphine, consultor político internacional, asesor de nueve presidentes en la región y ocho campañas electorales, además de conferencista.
El consultor norteamericano, amigo de personalidad de la política mexicana dictó desde Tepic, una teleconferencia dirigida a servidores públicos de cuatro estados participantes del diplomado Gobernabilidad y Gerencia Política; el tema de su ponencia fue la comunicación en la administración pública.
En su ponencia, Murphine puso como característica de un buen servidor público salir de la visión de partido para ser eficiente; humanizar el trabajo del funcionario, explotar la máximo los mecanismos de comunicación con el ciudadano; alejarse de la imagen acartonada del “político alejado de la realidad”, romper clichés con respecto a la participación femenina en el ámbito público y ponderar la importancia de la familia como núcleo social para dar respuesta inmediata a las demandas de mejoras económicas y de los servicios públicos de una comunidad.
–La gente está perdiendo interés en la política, entre otras cosas, porque no hay comunicación con sus gobernantes, esto ¿cómo lesiona el desarrollo de un país, estado o comunidad?
–Pierden los partidos políticos, los gobiernos, los ciudadanos, toda la sociedad pierde, porque no hay democracia si no hay comunicación. Es cuestión de actitud. Ellos [los ciudadanos] desconocen lo que está haciendo el gobierno, no sabe que puede hacer recomendaciones al Gobierno y entonces no hay participación.
El ciudadano que está inconforme no sabe a dónde van a dar los impuestos, cuándo van a funcionar los servicios. Y es cuando se pregunta ¿Para qué quiero a mi gobierno si no está haciendo nada? Esa es la pregunta que se hace el ciudadano cuando no le está respondiendo su Gobierno.
— ¿Se puede humanizar y eficientar el trabajo de políticos y servidores públicos?
— Claro. Si la gente sabe quiénes son sus gobernantes, si no pierde la confianza, si tiene la certeza de que no están robando, si se da cuenta que sus gobernantes tiene interés y aparece en la comunidad o en la colonia y lo escuchan, está escuchando, entonces el ciudadano tiene paciencia…pero no tanta, no de 20 años para esperar que tapen un bache o mejoren los servicios.
Entonces se habla de erradicar conductas inadecuadas en los políticos, eso es volverlos a la tierra, digamos que humanizarlos de nuevo.
Para Ralph Murphine, el concepto de estrategia de comunicación, especialmente la estrategia de ataque y de defensa, han sido modernizados. La producción de los medios masivos, especialmente en televisión, ha sufrido un cambio dramático en las dos últimas décadas. Una muestra es el uso del correo directo que está comenzando a ser usado en varios países. Operaciones de telemercadeo político están en camino en México, Brasil y Argentina.
–Ahora con el nuevo orden ¿Dónde está el poder político?
–Ahora, con los ciudadanos, ya no con los dirigentes, pero tienen que saber usarlo, porque no todo pueden ser manifestaciones en la calle, porque eso no es usar su poder, tal vez es demostrarlo, pero no usarlo.
El presidente municipal de Guadalajara, Jalisco en México, el Gobernador de Salta en Argentina, el Gobernador de Ceara en Brasil, el Gobernador de Miranda en Venezuela, se están esforzando con un éxito significativo en aplicar las técnicas de comunicación que les aseguren un flujo permanente de información sobre sus políticas que van del gobernante a los gobernados y de los gobernados al gobernante.
–Los mexicanos ¿no sabemos hacer uso de nuestro poder?
–No lo sé. ¿Tienen baches, tiene pavimentación, tiene buenos servicios, tienen buenos gobernantes?
–O sea que ¿No sabemos reclamar ni pedir lo justo al político?
–Dependiendo de las respuestas se sabrá específicamente lo que hay que pedir al servidor público, al político, que no está cumpliendo con su tarea, y si no sirven hay que cambiarlos.
Ralph Murphine, ha estado en más de 20 países, su experiencia como consultor político lo ha llevado por toda Latinoamérica y Centroamérica y conoce la idiosincrasia de los latinos; en México ha trabajo lo mismo con publicitas de la talla de Carlos Alazraky, que con el Presidente de la República o con el PRI. Los conocimientos y la experiencia acumulada lo llevan a saber que México tienen una riqueza impresionante, uno de los países más exitosos, resultado de ello es que forma parte del grupo directivo de las Naciones Unidas (ONU) “México tiene poder, pero también dificultades que los mexicanos no están resolviendo”
–¿Cuánto le cuesta a un gobierno un mal servidor público?
–Cuesta mucho, principalmente porque se pierde la confianza. A un mal servidor le debería de costar su puesto “la gente debería decir ‘ok’ vamos a cambiarlo; y con eso no digo que sea inmediatamente, eso sucede cuando llegan las elecciones siguientes; en algunos países funciona el plebiscito o la revocación de mandato, pero se usan para cosas serias, no porque el jardín no tiene pintura o por cosas simples.
– Con un mal servidor ¿Se pierde más en dinero o en confianza ciudadana?
— Se pierde en todo.
–Entonces ¿Quién ha fallado, el político por no cumplir o el ciudadano por no saber exigirle el cumplimiento de sus funciones?
–Los dos. Se dijo que los ciudadanos tienen el poder, la verdad es que eso es algo reciente en México y apenas están aprendiendo.
En opinión de Ralph, México está en un despertar hacia la democracia, ya está cambiando “A mi, como observador extranjero, me parece que la gente está despertando; y eso significa que el ciudadano ya no tiene que acudir a sus dirigentes sindicales o partidistas, porque pueden decir: ¿No cambias? ¡Yo lo puedo cambiar¡
Usted habla de una tercera revolución mexicana que ya se está dando…
–! !Exacto¡ Antes las figuras fueron Benito Juárez, Francisco I. Madero; en esta [revolución] el actor principal es el ciudadano, ese es el libro de México que quiero ver de México ¿Quiénes son los formadores del país? se pregunta Ralph. Yo sí veo un cambio, pero la decisión es ciudadana, nada más.
Ralph Murphine es de la opinión de que la comunicación política en América Latina está sufriendo un cambio significativo. Atada, hasta hace poco, por reglas anticuadas de un viejo estilo de propaganda, la comunicación entre los gobernantes y gobernados está desarrollando, rápidamente, nuevas formas y tratamientos que son más ventajosos para el proceso democrático.
En su opinión, la educación formal en la moderna comunicación política se está iniciando o está bajo discusión, en un número interesante de universidades de la región, incluyendo el Instituto Tecnológico de Monterrey en México, SENAPE en Brasil, CIESPAL, en Quito, y muchos otros. El número de conferencias y seminarios en este tema, en español y portugués, ha crecido dramáticamente en los años pasados.
Finalmente Ralph Murphine asegura que son buenas noticias que este nuevo estilo de comunicación política continuará y crecerá mientras la región establece unas democracias más estables. También es una buena noticia el pensar que en tanto la comunicación política latinoamericana madure, se liberará así misma de la influencia americana y europea, que aunque son eficientes en sus países no encajan en la tradición cultural y política de América Latina.
*Entrevista publicada en Express el 14 de agosto de 2007.
