AdrenalinaDeportiva

Javier Rodríguez Castro
Fotos de Mario Anguiano

Han pasado más de 2 meses desde la última vez que un balón rodó o se escuchó un batazo en los campos llaneros de Nayarit. La contingencia que se vive actualmente ha perjudicado, al igual que otras actividades al deporte de aficionados.

Las afectaciones van desde la parte social a la parte económica. En lo social, la actividad deportiva sirve para reunir familias para pasar un buen momento en un campo deportivo.

Y como todo está ligado, lo social no se desprende de lo económico. Ya que se generaba una derrama económica cada fin de semana de actividad deportiva. Desde el transporte público que sirve para llegar a los campos deportivos. Pasando por los vendedores ambulantes que esperaban el fin de semana para vender sus productos.

Las tiendas de la esquina, donde llegaban adquirir bebidas rehidratantes, entre otros productos.

De igual forma, se ven afectados quienes trabajan en instalaciones deportivas, porque no existe actividad y el ingreso económico no existe

Los jugadores en algunas categorías también sufren por la ausencia de actividad, ya que algunos cobran por jugar los fines de semana y actualmente no tienen ese ingreso que ayuda en sus hogares..

Los árbitros, ampayers, jueces de igual forma sufren la contingencia, ya que cada juego era forma de obtener un recurso económico.

Las tiendas deportivas han dejado de vender su material que era necesario para la competencia. Incluso los fabricantes de uniformes, ya que a estas alturas, algunos torneos de barrios estarían iniciando y los equipos buscarían lucir de la mejor manera.

Pasa el tiempo y la añoranza de volver a la actividad deportiva crece para muchos. Por lo pronto lo más importante es quedarse en casa y cuidar la salud, para después regresar las grandes jugadas en los campos deportivos.