Rafael G. Vargas Pasaye
Quien durante varios años se había dedicado de manera profesional a la toma de espacios como pozos petroleros en Tabasco, y al cierre de vialidades como Avenida Reforma en la Ciudad de México, claro, todo como oposición, ahora toca el turno de estar en el gobierno, y su actuar ha sido cuestionado por decir lo menos.
Por ejemplo, la flexibilización sobre la aplicación del uso de la ley cimentada en frases del tipo “abrazos, no balazos”, ya le ha hecho pasar más de un disgusto. Y como bien reza el dicho popular: “no es lo mismo ser borracho que cantinero”.
Ahora, en esa lógica, este inicio de semana se refirió a la ilegal toma de casetas en varios puntos del país, donde resalta Nayarit pues es un lugar donde prácticamente todas sus casetas se encuentran tomadas, el cual fue un tema que a inicios de agosto trató desde la misma capital cora, cuando dijo en su conferencia mañanera que ya había un plan de la Guardia Nacional para liberar las casetas, todo hizo indicar que esa afirmación había sido a bote pronto, sin sustento, ni cifras ni responsables.
Pasaron los días y todo seguía igual, o incluso peor, cada vez más gente se ocupaba en las tomas de caseta, los motivos originales ya se habían perdido y ahora eran grupos bien organizados quienes encabezaban esta situación ilegal.
El lunes 21 de septiembre en la conferencia de prensa desde Palacio Nacional, una periodista le pregunto: “¿para cuándo se liberarían las casetas de Nayarit?”, y la respuesta del mandatario fue: “Ya esta semana empieza la acción”.
Hasta la publicación de este texto no había todavía movimiento en las casetas tomadas en Nayarit, ojalá pronto se regrese a la legalidad en estos sitios como en otras que tanto hacen falta en el país, y que no quede solamente en un distractor de otras malas decisiones que se han tomado desde el gobierno federal.
Sobre todo en un contexto donde prácticamente todos los pasos que ya está dando el Presidente son con una mirada puesta en la arena electoral que tanto disfruta.
@rvargaspasaye
