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CIENFUEGOS O LA INSTITUCIONALIZACIÓN DE LOS MOVIMIENTOS

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Iveth Serna

15 de enero de 2021, 7:20 horas, el momento exacto en que algo se fracturó en la lucha por la reconstrucción política y social de México, la noticia había circulado desde la noche anterior y esa mañana ocupó los titulares de toda la prensa nacional; Andrés Manuel López Obrador respaldaba la exoneración del General Cienfuegos ¿Qué está pasando? La pregunta entre los cuadros del presidente.

Una artimaña electoral de Trump, un ataque a la soberanía nacional y la amnistía para encontrar la “Verdad Histórica”, fueron las justificaciones del presidente, algunas más evidentes que otras y todas legítimas para los intereses de la Nación, entonces, ¿Por qué el descontento dentro y fuera del movimiento?

Cuando los movimientos sociales se convierten en partidos se institucionalizan, se burocratizan y se convierten en el sistema, inevitablemente pierden su representatividad social; Podemos en España, las Farc de Colombia, el Movimiento Obrero Uruguayo, el Ejército Zapatista de Liberación Nacional, que no es un partido político pero presentó una candidata a la presidencia en el 2018, o el Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA), son ejemplo de ello.

Rene Lourau identifica tres momentos en el proceso dialéctico de institucionalización; lo instituido que es aquello que está establecido, normado y legalizado, como la forma de gobierno, la impartición de justicia, la religión, el modelo económico y el lenguaje.

De lado contrario encontramos lo instituyente, aquellos movimientos sociales que pretenden modificar el orden establecido y reformar las instituciones y que buscan instituirse mediante la lucha armada como las revoluciones, guerrillas o golpes de estado, o bien, mediante la práctica política a través de la contienda electoral.
Este conflicto entre lo instituido y lo instituyente tiene su síntesis en la institucionalización, en decir, se va a convertir en el nuevo modelo institucional y es en este momento, según Lourau, cuando el movimiento se vierte sobre el héroe fundador como el depositario de los ideales y se olvida de la lucha fundacional y del poder original; el pueblo.

Este alejamiento ciudadano no siempre es por falta de voluntad o abandono de los ideales, sino por las limitaciones de la propia lógica y dinámica de todo modelo institucionalizado; el sistema que atrapa y corrompe.
Si bien la vida institucional ayuda a ordenar el hecho social, también tiene sus problemáticas, sobre todo cuando se cae en la sobre institucionalización del Estado, cuando se crea un organismo para cada nuevo conflicto social; los derechos humanos, la democracia electoral, la impartición de justicia, el bienestar social, el combate a la corrupción, la salud, la educación, etc., que en lugar de acortar la distancia entre el gobierno y la ciudadanía, la alarga mediante la burocratización y la pérdida del sentido.
El tema Cienfuegos es producto de la institucionalización de un movimiento que, en este tema en particular, se percibe alejado del poder original y de la lucha fundacional de la llamada 4t a pesar del discurso nacionalista del presidente que sabía lo que estaba en juego, no podemos saber si el control de daños estaba calculado pero sí queda la impresión de que se apostó todo al respaldo de las bases.

La 4t, desde la institucionalización, obedece a su propia lógica, pero la coyuntura nos puede servir de pretexto para entrarle a un análisis serio sobre la institucionalidad mexicana y su vigencia, el papel real del Estado, las rutas del poder, la justicia y del dinero.
Todavía vale la pena seguir organizándose, luchar, innovar y señalar el error, siguiendo a Agamben, además de los movimientos necesitamos convertirnos en hombres contemporáneos que no nos deslumbremos por las luces de la actualidad, sino que nos ocupemos de las tinieblas de nuestro tiempo.

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