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María Esther González Aguilar
El domingo 6 de junio del 2021 se vislumbra lejano, sin embargo, desde los primeros meses del presente año, es evidente el adelantado proselitismo político-electoral de algunos que “quieren” tanto a Nayarit que están dispuestos a “sacrificarse” para ser postulados como candidatos a un puesto de representación popular, luego, cuando el electorado le confía su voto y llegan al poder, se quejan y quejan de cómo encontraron las administraciones y al no cumplir o no dar resultados, culpan de todo a sus antecesores, ¡claro! siempre y cuando no sean de su partido, grupo político o alianza.
El “Visto Bueno” de los directivos partidistas es real, vedado o simulado. Abierto en Acción Nacional (PAN) cuyo dirigente nacional Marko Antonio Cortés Mendoza dio “el banderazo de salida”, para la contienda con vista al 2021 y son cuatro los pre-pre-candidatos a la gubernatura, Gloria Núñez Sánchez, Jaime Alonso Cuevas Tello, Leopoldo Domínguez González y Martha Elena García Gómez, pero la real y verdadera competencia está en dos. Se corre el riesgo de división, golpes bajos y traiciones, que desde luego fue negado en todo momento, el reto, lograr la unidad, pero son muchos los intereses que están en juego.
Una vedada permisividad o simulación, en donde la dirigencia hace que “no ve, ni escucha” es en el Revolucionario Institucional (PRI), es notorio el proselitismo de Adahan Casas Rivas –que se le ve muy cercano al gobernador Echevarría García a grado tal que da la impresión de que recibió la venia del mandatario- y de Manuel Humberto Cota Jiménez. En este caso los dirigentes pueden argumentar estar enfocados en la renovación de la dirigencia nacional para no frenar o parar el proselitismo fuera de tiempo.
Un sui géneris “Vo.Bo” es lo que ocurre en el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), el mas partido de los partidos, en el que la dirigencia estatal no tiene el control de nada y la nacional está mas enfocada en defender a la figura presidencial que atender lo que ocurre en las entidades, y así tenemos que abiertamente trabaja, Nayar Mayorquín Carrillo con su “genial” slogan, pero también están figuras como Cora Cecilia Pinedo Alonso que callada siempre aparece por acuerdos cupulares y desde luego Miguel Ángel Navarro Quintero y Miguel Pavel Jarero Velázquez, sin descarar del todo al superdelegado Manuel Pereza Segovia.
En el PRD no se identifica mucha fuerza electoral, por la desgastada figura de políticos como Francisco Javier Castellón Fonseca o Guadalupe Acosta Naranjo; el primero por la percepción generalizada de no dar “el ancho” como presidente municipal y el segundo, aun cuando es un hábil y “viejo lobo de mar” como que no las trae todas consigo. En otros frentes como Movimiento Ciudadano (MC) con Raúl Mejía González, Ignacio Flores Medina o Ivideliza Reyes Hernández, muy seguramente se aliaran y en consecuencia apoyaran una figura fuera del partido y les alcanzará cuando mucho para obtener una candidatura a una diputación sea federal o estatal, dependerá de las negociaciones.
Por su parte el controvertido Hilario Ramírez Villanueva, en su vorágine busca el cobijo del partido “Levantate para Nayarit” (LPN) de Agueda Galicia Jiménez. Por “Visión y Valores en Acción” (ViVa) el casi seguro candidato sería Daniel Paúl Yáñez González. Ambos partidos tienen que tener candidato propio, por ley no pueden aliarse.
En Nayarit, se renovará la gubernatura –al igual que 12 entidades más- la Cámara de Diputados, los 20 Ayuntamientos y estarán en juego tres diputaciones federales, mientras tanto, a 22 meses de las elecciones, simulado, autorizado o vedado existe un “Vo.Bo.” para hacer proselitismo. ¿Y la ciudadanía? Si bien todos tienen derecho ¿Hasta cuándo se obligará al político a cumplir el periodo para lo que fueron electos? ¡Urge una ley anti-chapulín! ¡Es cuanto!
