.:ULTIMALETRA ES IMAGEN:.
Luis Rubén Maldonado Alvídrez
En estos calurosos día de la canícula, los ánimos políticos siguen más que encendidos, en el ámbito estatal, por la impugnación de Armando Cabada al resultado adverso en Ciudad Juárez y por ala posible conformación del Congreso del Estado, misma que está en suspenso.
Resulta que tras las impugnaciones hechas por los partidos políticos a conteos y resultados, se han dado algunas sorpresas en lo local, pero la madre de todas las batallas es por la interpretación de la ley que establece la fórmula mágica para repartir las diputaciones plurinominales, que hoy tienen un valor superior, dado que habrá dos grandes bancadas que la dominarán: la del PAN y MORENA.
Según me dijo un sabio político con alto índice de cafeína en la sangre, Omar Bazán no tiene derecho a impugnar ningún resultado, por la razón tan sencilla que a él no le simpatiza el hoy presidente de su partido en el estado.
Omar, como cualquier ciudadano, tiene derechos. Y como cabeza de un partido al político, también los tiene y uno de esos es de inconformarse con los resultados producto de la elección, que al menos en el caso del municipio de Buenaventura, el Tribunal Electoral de Chihuahua, le dio la razón y apuesta, a que haga lo mismo en el caso de su interpretación de la asignación de pluris al congreso.
El PRI que sólo ganó un diputado por “tierrra”, interpreta que al alcanzar casi un 20% de la votación estatal, le da la oportunidad de tener hasta 6 plurinominales en la cámara local.
Esto con base a la última reforma a la Ley PaElectoral, en la que se estableció la no transferencia de votos, por lo que, en ese supuesto, el Partido Acción Nacional, como Morena, tendrían una representación superior a lo ochos puntos porcentuales.
Depende del color con el que se vea la ley, habrá maneras de interpretarla. Sin embargo, el PRI del 2018, tiene todo el derecho de defender su razón, aunque a otros partidos y a algunos priistas les incomode.
ULTIMALETRA
Natalia Soltero Gutiérrez es una chihuahuense que hizo lo que la selección mexicana de fútbol, no pudo: ganar en Rusia un campeonato del mundo. Ella lo ganó en cálculo mental. ¡Felicidades!
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