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OFRECIERON TRES MILLONES DE DÓLARES POR OVIDIO: SEDENA

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Dr. Carlos Díaz Abrego

A dos semanas del operativo frustrado en Culiacán, Sinaloa para capturar al hijo del “Chapo” Guzmán, Ovidio Guzmán López, continúan los ecos y contradicciones por parte del presidente López Obrador y su equipo de colaboradores del gabinete de seguridad pública, responsables junto con el presidente de liberar al joven narcotraficante.

Versiones van y vienen desde Palacio Nacional donde AMLO dice una cosa y su gabinete dice otra cosa en la misma conferencia, tratando de confundir a los medios de comunicación y a la sociedad con versiones similares o diferentes respecto al famoso operativo frustrado. Lo que sí es cierto son dos cosas evidentes: dejaron ir libre a Ovidio una vez capturado y el ejército mexicano fue ridiculizado como nunca en su historia.

“Respaldé la liberación de Ovidio” declaró Andrés Manuel López Obrador y después vimos las imágenes del video que él mismo presentó AMLO en su conferencia matutina, donde minuto a minuto se presenta el operativo de los soldados dentro de la casa de Ovidio Guzmán donde logran detenerlo y someterlo gracias al operativo militar y posteriormente lo dejan libre. En dichas imágenes y audio, se logra escuchar rápidamente que ofrecen dinero a los militares para su liberación.

Es el propio General Secretario de la Defensa Nacional, Luis Crescencio Sandoval, quien reitera en su participación en la conferencia mañanera de la semana pasada, donde describe la fuerza armamentista del operativo por parte del cártel de Sinaloa utilizada contra las fuerzas militares, “el intento de soborno al comandante de la fuerza de intervención por tres millones de dólares, al no aceptar, fue amenazado de muerte tanto él como su familia”.

Y continúan las contradicciones: el presidente le pide al General Secretario, revelar el nombre de quien estaba al frente del operativo en Culiacán y declara el jefe miliar, “el que es el comandante del grupo de análisis de información del narcotráfico a nivel nacional en la Secretaria de la Defensa, el que dirige los esfuerzos, es el Teniente Coronel de caballería, Diplomado del estado Mayor, Verde, ese es su apellido. Es él responsable de la obtención de la información y de ese grupo.

Al día siguiente, el viernes 1 de noviembre pasado, declara el mismo General Secretario de la Defensa Nacional, “que siempre no participo el Teniente Coronel Verde en el operativo de Culiacán, quien llevaba el mando fue otro elemento militar, pero que de ese no podemos dar el nombre, porque hay una investigación de por medio……..bla, bla, bla……..se citó a quien coordina los esfuerzos….. bla, bla, bla.

Mientras los días transcurren así como las ridículas contradicciones de los miembros del gabinete de seguridad de AMLO, los miembros del ejército mexicano viven momentos de vergüenza y caras desencajadas por parte de sus elementos, concretamente de sus generales en activo y en retiro por el operativo llevado en Culiacán.

La semana pasada, se realizó un desayuno en el salón República en la Secretaría de la Defensa Nacional, convocado por el General Secretario, Luis Crescencio Sandoval, ambiente tenso se respiraba en el convivio militar de generales por el operativo fallido del jueves 17 de octubre, donde las fuerzas armadas sufrieron una vergonzosa derrota, medido en el pulso de la opinión pública.

La plática en las mesas, con asistencia de más de mil militares, gravitó sobre la salida de familias militares de la Unidad Habitacional de Culiacán, Sinaloa y la humillación al ejército mexicano. La captura y liberación de Ovidio Guzmán López, es considerada una ofensiva derrota en deshonra de las fuerzas armadas.

Nuestro presidente no se cansa de decir que vamos muy bien, muy bien en materia de seguridad y prácticamente en todos los temas de la vida nacional. Simplemente para recordar y citar lo que señala el artículo 150 del Código Penal Nacional: “Se aplicarán de 6 meses a 9 años de prisión al que favoreciere la evasión de algún detenido, procesado o condenado. Si el detenido o procesado estuviese inculpado por delito o delitos contra la salud, a la persona que favoreciere su evasión se le impondrán de 7 a 15 años de prisión, o bien, en tratándose de la evasión de un condenado, se aumentarán hasta 20 años de prisión”.

Y continúa el artículo antes citado: “Si quien propicie la evasión fuese servidor público, se le incrementará la pena en una tercera parte de las penas señaladas en este artículo, según corresponda. Además será destituido de su empleo y se le inhabilitará para obtener otro durante un período de 8 a 13 años”.

Y no estaría mal revisar lo que destaca la nueva Ley de Extinción de Dominio, respecto a los actos de corrupción cometidos por funcionarios públicos, donde dichos actos ya son considerados como delito grave.

¿Usted que opina, estimado lector?

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