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¡MI NO ENTENDER!

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#ConSentidoComundeMujer

María Esther González Aguilar

Todo gobernante al momento de tomar posesión del cargo, protesta, sin reserva alguna, guardar y hacer guardar las Constituciones Políticas –federal y estatal- y todas las leyes que de ellas emanen, así como desempeñar leal y patrióticamente el cargo que se le ha conferido…así más o menos reza, el protocolo al que se someten incluso funcionarios públicos y representantes populares…pero…¿qué ocurre?…que todo se lo pasan por *el arco del triunfo*, hacen lo que les da su regalada gana, pisotean una y otra vez lo que juraron cumplir e incluso llegan al extremo de *cagarse en su firma* como lo expresó un exmandatario nayarita.

Mas tardan en jurar, que en violentar principios fundamentales; el tema tiene muchas aristas e intereses que van desde el origen partidista, la corriente o el grupo político y/o económico al que pertenece. Grave que como ciudadanos se vea cómo *normal* que en cada periodo gubernamental se designa al frente de instituciones a personas sin perfil, sin experiencia, sin capacidad, sin compromiso, sin sensibilidad social…ah!…pero son amigos, socios, compadres, parientes o participaron en la campaña del proyecto político/electoral…he escuchado una y otra vez frases como “a mi no me va pasar nada, soy amigo de…” o “no me corren porque me puso el gobernador…” o “soy…porque lo apoyé en su campaña”.

La práctica no es nueva, son herencias de un sistema político podrido, lo nuevo es que incurran en estas acciones quienes en su momento ofertaron un cambio y en sus discursos repitieron hasta la saciedad que no lo harían. En México, en los Estados, en mi hermoso Nayarit y sus 20 municipios existen casos que rayan en *aberraciones* que no tiene más explicación que atender a intereses particulares, de grupo, políticos o partidistas; juran lealtad al gobernante en turno, se olvidan que están para servir, nunca anteponen a la población y el bien común, solo quieren *quedar bien*, con quien lo designó.

Ejemplos tenemos a vastedad tanto en el ámbito federal, estatal o municipal, donde existen titulares que *nada que ver* con su investidura, por lo general en las constituciones se contempla un artículo que expresa más o menos lo siguiente sobre las facultades y obligaciones de un mandatario “…durante el tiempo de sus funciones, será responsable por los delitos oficiales que cometa…” por lo tanto la responsabilidad es directa sobre el gobernante…pero…nadie reclama…nadie dice nada…se acepta *sin chistar*. Concluye la administración, se repite el patrón y así…volverá a ocurrir, ante la falta de la apatía ciudadana sobre los temas públicos.

No se vislumbra que se logre revertir el panorama y más cuando se continúa con los mismos vicios y prácticas. Falta congruencia entre el decir y hacer; entre el prometer y cumplir; entre el compromiso y la responsabilidad. Sin quitar importancia, hay temas más sensibles que otros como seguridad, protección civil, salud, justicia…cuando menos en estos, deberían de estar los mejores ¡no improvisados! ¡Mi no entender! ¡Es cuanto!

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