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LO QUE APRENDIMOS QUE DEBEMOS APRENDER

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Rafael G. Vargas Pasaye 

Toda crisis es una oportunidad reza el gastado dicho, y es cierto. Esta pandemia, y sobre todo el encierro que representó, se tradujo como un espacio para revisar de las cosas cotidianas qué nos hace falta, qué debemos valorar, y a veces, de qué nos quejamos sin razón. Por ejemplo vale la pena preguntarnos qué aprendimos o estamos aprendiendo en términos de educación en estos tiempos.

Los maestros y maestras además de educar merecen un premio por la paciencia, tolerancia, amor y dedicación a su labor, hoy muchas madres y quiero pensar que padres también, en las casas acompañando en las actividades a sus hijos lo saben. Realizar esta tarea de acompañamiento conlleva otros retos, habilidades que no todos tienen, paciencia que parece estar en peligro de extinción y claro, el miedo a darse cuenta de que no saben lo que el alumno o alumna está preguntando.

Pero nunca es tarde para aprender, madres y padres de familia deben ayudar a sus hijos y al mismo tiempo conocer y aprender cosas nuevas. Reconocerlo y atreverse no es fácil pero piensen en sus hijos. Quien tiene esa posibilidad, debe hacer que la herramienta de la tecnología debe jugar a favor.

Como también los profesores con las sesiones virtuales se dieron cuenta que requieren necesitan desarrollar habilidades distintas a los retos que representan las clases presenciales, es bueno saber, para explorarla y mejorar porque es casi un hecho que muchas sesiones de ahora en adelante serán en esa modalidad.

Claro que las diferencias se marcaron más notoriamente en detalles como ese, es muy cómodo desde un escritorio en un cuarto piso de un edificio en la colonia Centro de la Ciudad de México decir que se tomen clases en línea, cuando hay familias con condiciones ya no digamos para tener acceso a internet y equipo de cómputo, sino para abastecer de lo más básico a sus hijos y que además tienen que salir a ganarse la vida cada día. Las desigualdades son más notorias cuando todos estamos en casa.

Mi respeto y admiración para todos los que han puesto de su parte, para esos maestros y maestras que usaron su imaginación y no dejaron que sus alumnos se retrasaran, para los padres y madres que estuvieron y están al pie del cañón haciendo todo lo que está en sus manos para que se cumpla con el ciclo, para las autoridades de todos los niveles que nunca habían vivido algo así pero lo enfrentan con valentía, así como para las instituciones de educación que se adaptaron y se siguen adaptando a esta nueva normalidad.

Es un buen reto para México, y pase lo que pase, sin importar la calificación en la boleta, todos aprendimos y seguimos aprendiendo de esta experiencia.

@rvargaspasaye

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