#SimplesDeducciones
Juan Chávez
Las vacaciones escolares no son tan descansadas como se pensaría, en especial para aquellos que son padres de familia pero más aún para las mamás, ¿por qué?, porque muchos de ellos se truenan los dedos pensando dónde dejar a sus hijos durante estos días que no hay clases, y es que son muchos los que no cuentan con una familia o amigos que puedan hacerse cargo de los menores mientras sus papás trabajan y se vuelve común que (casi siempre) las mujeres acudan con sus hijos a la oficina y ya coinciden con otros niños y los pasillos de dependencias estatal y federales se convierten en el área de diversión de los pequeños.
Pero esto casi siempre aplica con quienes tienen la fortuna de contar con una base laboral o con un jefe comprensivo, suerte que no tuvo Alondra, ella es madre soltera y su familia vive en otro estado con difíciles cuestiones económicas que les impide ayudarla aunque ella aporte algo de dinero, tampoco podría pagar el pasaje de sus dos hijos, uno de preescolar y otro de primaria, y ni pensar en ingresarlos a algún curso de verano, “no hay dinero para eso, apenas nos alcanza para la renta, la comida y con los gastos que viene de útiles y uniformes me veré obligada a pedir un préstamo, apenas hace como dos meses terminé el del año pasado”.
Alondra pierde el sueño cuando sus hijos van a salir de vacaciones, ambos son muy chicos para dejarlos solos y llevarlos a su empleo, ya le costó hace dos años el despido de una empresa donde trabajaba haciendo el aseo, “ahí bien o mal me daban prestaciones ya sabes, seguro social y cuando alguno nos enfermábamos pues recurríamos a la atención del seguro, pero me despidieron cuando llegué con mis niños porque no podía dejarlos en casa”.
Recuerda que por más que los “encerró” en el cuartito donde tenía sus artículos de trabajo, “pues los niños son niños y se salieron a jugar ahí al pasillo, se reían y arrastraban un pequeño carrito y pues me dijeron que estaba disculpada por ese día pero que si los volvía a llevar mejor me regresara y pasara a cobrar los días laborados y así fue”.
Hoy a Alondra no le quedó más remedio que buscar hacer aseos en casas, “y que estén lo más cerca posible del cuarto donde vivimos para poder darme una vuelta a echarles un ojo, hace unos meses se mudó al otro lado una familia y ellos por la ventana los vigilan y si ven algo irregular me echa una llamada y pues voy, pero aquí no tengo prestaciones apenas me van a afiliar al IMSS y pues eso me pone contenta”.
“Las vacaciones de mi hija se me hacían tan largas, no es porque no la quiera, sino porque no la podía llevar conmigo y a veces se me complicaba hallar quién la cuidara”, expresa René, quien es papá soltero pero que ahora su mamá y su hermana le abrieron las puertas de su casa a la nieta y de esta forma René puede ir a trabajar sin pendiente alguno.
Si para los niños las vacaciones son una diversión para los maestros quisieran que éstas se alargaran, “no me cansa la planeación, ni dar clases, ni las plataformas con la que ahora se llevan los planes educativos, me agota conocer un nuevo grupo porque no sé los problemas de mis futuros alumnos, aunque entre los maestros nos asesoramos y nos damos consejos de los grupos que vamos a llevar; es una responsabilidad grande debido a que hay papás que nos dejan toda la responsabilidad y eso nos rebota de forma negativa”, asegura Aurora, maestra en una secundaria de Tepic.
Para los que desde hace bastante tiempo dejamos de ser alumnos de preescolar, primaria y secundaria y nos hemos convertido en la parte laboral activa, vemos con envidia a los miles de niños que descansan y se divierten aún por encima de que estén en nuestras oficinas y es inevitable recordar que para esa época lo único que nos preocupaba era que se acabaran las vacaciones. Mándame tus comentarios, dudas y sugerencias a mi Facebook Juan Félix Chávez Flores o a mi correo electrónico juanfechavez@gmail.com
