#ConSentidoComundeMujer
María Esther González Aguilar
“La metamorfosis”, también conocida como «el asno de oro» es una obra en tres libros, escrita por Lucio Apuleyo en el año 180 D.C. La historia –marrada en primera persona- destaca las virtudes del ser humano y desnuda el lado inhumano de su naturaleza; descubre los tenues o delgados límites entre lo prohibido y lo permitido, o como, si se incurre en transgresión se generan riesgos que pueden llegar a ser un búmeran que si no logra impactar al objetivo, regresa al punto de origen, esto último, aplica para individuos, grupos y organizaciones.
El poder, la ambición, los bajos instintos, el desmedido deseo de ser, estar y tener, revelan el lado perverso, ruin y poco ético con que se conducen algunas personas, lamentablemente estas características, por su naturaleza, son más evidentes en el ambiente político y personajes públicos. El prematuro movimiento de políticos, grupos y partidos que tienen la vista puesta en la contienda electoral 2021, ya tiene sus primeros resultados, los ataques, la guerra sucia, división, golpes bajos o traiciones son ya una realidad y esto apenas comienza o como dicen los pitonisos “y vendrán cosas peores”.
Coincido que el visto bueno, la simulación y la permisiva actitud de los jefes políticos y dirigentes partidistas, abona a enrarecer aún más el ambiente pre-pre-electoral y todo indica que si no existe a tiempo un “manotazo” o se llama al orden, el panorama se vislumbra muy pesado dentro y fuera de las instituciones partidistas. ¿Quién se atreverá? ¿Quién tiene la calidad moral para hacerlo? porque de que urge, ¡urge!
Condenable toda acción para desprestigiar, enlodar, descalificar a conocidas figuras. Entendible -sin estar de acuerdo- la naturaleza humana que puede llevar a alguien a actuar con soberbia, excesos, abusos e injusticias sin medir consecuencias cuando se ostenta una responsabilidad pública, sea por la vía de la representación o por designación. Eso de filtrar información, hacer público audios o videos, es evidenciar el lado más obscuro de las personas; tanto el blanco del ataque como quien lo realiza, tienen familia que por lo general, nada tienen que ver pero que sufren las consecuencias, algunas irreversibles.
Claro que hay estrategias “negras” que se presentan en campañas electorales en contra proyectos políticos y quien los encabeza, pero la diferencia –sin justificar- es que son acciones que se abandonan una vez concluido los procesos, aclarar que no dejan de tener el propósito de manipulación y perversión.
Concluyo: la ambición de poder y el poder mismo, no solo transforma, desnuda al verdadero ser humano. ¡Es cuanto!
