Juan Carlos Abreu
Hace algunas semanas, en este mismo espacio, a propósito de algunas publicaciones que pretendían descalificar al #Subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud comenté: “Hay que cuidar la figura de #LópezGatell, porque finalmente es el responsable por parte del gobierno mexicano de conducir la estrategia para enfrentar la contingencia.”
Y también advertí: “La figura de #LopezGatell debe quedarse en el terreno técnico-científico… Él es el primero que debería tenerlo claro.”
Ha pasado el tiempo y la figura de #LópezGatell resiente, cada vez más, el desgaste natural por la posición que juega como cabeza de la estrategia del gobierno para enfrentar la #Pandemia de #Coronavirus y, también, por su gran exposición pública.
Voluntaria o involuntariamente, en más de una ocasión, #LópezGatell ha estado en medio de la polémica y eso es algo que resulta poco favorable para la muy alta responsabilidad que tiene.
Desde mi punto de mi vista, #LópezGatell cae en un desafortunado e innecesario exceso de protagonismo, por ejemplo, al aparecer en la portada de la revista Quien o participar en la lectura de poesía que se anuncia en la imagen.
Hay quienes señalan que #LópezGatell se ha convertido en un “rockstar”; ese es un “lujo” que, en este momento, el #Subsecretario NO puede darse.
Insisto: La figura de #LopezGatell debe quedarse en el terreno técnico-científico y estadístico (este último cada vez más cuestionado)… él es el primero que debería tenerlo claro.
