#SimplesDeducciones
Juan Chávez
A veces lo más difícil no es tener un buen empleo o ingresos fijos elevados, sino saber cómo adaptarte cuando pruebas dichas mieles y por algún motivo las pierdes; hoy en día sigue habiendo millones de personas que por vivir en las “apariencias” y querer llevar o continuar con un ritmo de vida de excesos y lujos terminan perdiendo todo su patrimonio, pareciera que sólo pasa en las novelas pero desafortunadamente es más común de lo que creemos.
“A lo bueno te acostumbras de volada, muy fácilmente, pero a lo malo no tanto, ahí si te cuesta y eso le está pasando a José, o bueno, más que nada a su esposa”, me dice Pablo, quien no sabe cómo ayudar a su hermano, ya que éste cada día tiene más deudas, préstamos y créditos en diferentes instituciones financieras, “todo por llevar una vida que no puede sostener, que no le alcanza con sus ingresos actuales, pero la causa es la presión que le mete Linda (su esposa), es demasiada y en verdad que las cosas no van a terminar bien”, me enfatiza.
Pablo es el hermano menor de José, ambos son hijos de una familia de contadores que tienen su propio despacho y que con esfuerzos les dieron estudios a sus dos hijos. “José se casó con Linda hace como 5 años, ya tienen dos niñas hermosas; él comenzó a trabajar desde antes de que terminara la carrera, le fue muy bien por varios años, profesional y económicamente hablando, pero hace poco más de un año las cosas cambiaron, sus ingresos bajaron muchísimo, le ha batallado y mis papás son los que han tenido que apoyarlo con sus gastos”.
Según me cuenta Pablo, su hermano y cuñada se casaron en una boda casi solventada en su mayoría por sus papás, y la casa que tienen fue construida en un terreno que el papá de José les regaló. “Si, su casa está muy bonita, grande y esa la construyó José de su trabajo, también tienen coches de agencia, y otras cosas materiales pero la mayoría son a crédito, y ¿qué ha pasado en los últimos meses que se quedó sin empleo y ahora que ya trabaja y gana muy poco comparado con antes?, pues aun así siguen con muchos gastos innecesarios, Linda le dice que ya cambien de coches, que mínimo la camioneta de ella, que ya tiene dos años con la misma, imagínate”.
Pablo insiste en que José y su esposa continúan haciendo fiestas infantiles en casinos, pagando gimnasios de ellos y las niñas; salidas a comer o fines de semanas enteros yendo de compras a Guadalajara, viajes y algunas actividades costosas siendo que hoy en día los ingresos de su hermano mayor no rebasan los 10 mil pesos al mes.
“Pareciera que no me importa, pero la verdad yo lo he apoyado meses atrás, mis papás lo siguen haciendo pero José no entiende y yo ya me di cuenta, él está cegado por lo que le dice Linda, que cómo van a dejar de salir con sus amistades o cómo van a dejar de hacer cosas que ya venían haciendo desde años atrás, pero pues si quieren eso que mínimo ella se ponga a trabajar porque a José ya no le prestan en ningún banco y cada mes anda consiguiendo aquí y allá para poder cubrir con todos sus pagos; además, se la lleva estresado y de malas y mis papás no se diga, a los dos nos han ayudado mucho, pero José está haciendo que cada día se la lleven más preocupados, ya hasta hizo que ellos tuvieran que conseguir un préstamo para darle el dinero a él, no es justo”.
Pablo insiste en que las acciones de su hermano y su cuñada no terminarán bien, ya que las deudas que tienen son muchas y no ve de dónde podrán pagarlas, “tarde o temprano tendrán que vender sus joyas y pertenencias, mis papás no podrán solventarte todas sus deudas y el problema es que José no lo quiere aceptar, he hablado mucho con él pero lo toma a mal y ya no sé qué hacer, con Linda no me animo a hablar pero ella debería aceptar que su vida ha cambiado”.
Concuerdo en gran medida con lo que dice Pablo, sin embargo más allá de la “presión” de la esposa de José, creo que cada quien es responsable de sus actos y de manera individual debemos comprender que la vida es de ciclos y que tenemos que adaptarnos a las condiciones que vivimos, ya que si intentamos ser o hacer cosas que simplemente no podemos terminaremos afectando principalmente nuestro futuro inmediato; no hay que olvidar que el cómo nos ven los demás o qué opinan de nosotros no nos dará de comer ni pagará nuestras deudas, mucho menos nos devolverá la salud que nos quita el estrés y la presión de llevar un vida basada en las apariencias. Mándame tus comentarios, dudas y sugerencias a mi correo juanfechavez@gmail.com
