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DE LICENCIADO EN TURISMO A LA PROSTITUCIÓN

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Juan Chávez

José es Licenciado en Turismo por la Universidad Autónoma de Nayarit y ha dado un fuerte abrazo a su hermano quien la semana pasada concluyó una de las carreras de la casa de estudios nayarita, pero el corazón le duele al pensar que su familiar pueda tener el mismo destino que él, “concluí hace tres años y ha sido un vagar por empresas distintas, con mi título bajo el brazo pero sin un archivo laboral que me respalde. Si bien es cierto he conseguido algunos empleos no han sido afines totalmente para lo que estudié y en otros me confunden hasta como anunciador de alguna oferta a eso súmale el mal pago y los largos horarios laborales en los cuales no hay días de descanso totales”.

Tras intentarlo aquí, allá y más allá, en el último año y medio se fue a trabajar por las noches en el puesto de hamburguesas que su primo por una cirugía ya no pudo atender y ahí surgió su verdadera fuente de ingresos.

De piel morena clara y ojos verde olivo, José recibió su primera propuesta sexual en diciembre del 2018, una señora pisando 40 años y cliente asidua al negocio le ofreció 3 mil pesos por irse con ella cuando cerrara el puesto y “pues si te portas bien, tendrás propina extra”. El planteamiento enrojeció a José quien no aceptó, noches después la misma mujer pasó y en abierto coqueteo le reiteró la oferta.

Esa madrugada José meditó largamente que pasaría si aceptaba, “no pensé en el dinero, sino en mí, ¿Qué habría en mi interior de hombre si decía sí?, ¿en verdad me rebajaría al recibir dinero de una mujer por un servicio?, ¿cuál es la diferencia entre que una mujer ejerza la prostitución y un hombre?, la única forma de saberlo fue aceptando, total sino me agradaba seguir con el trabajo pues renunció, me dije a mí mismo”.

Aceptó pero me dice que lo ha tomado como tal, como trabajo, “lo difícil fue la primera vez porque pues es obvio que no es tu novia, tu pareja y no sabes qué decir, sin embargo te das cuenta que es saber llevar las cosas y bueno, medidas higiénicas, de protección de salud propia y ajena y psicológicamente”.

A José le ha ido bien en este trabajo, su primer ofertante lo ha recomendado con dos damas más y así se ha enterado que hay más hombres en este desempeño sexual, varios de ellos son estudiantes de universidad, unos más jóvenes son de preparatoria y otros sólo se dedican al servicio de acompañamiento y sexo. “No los conozco pero con quienes he trabajado son podría decirse explícitas y platican que no les gustó esto o aquello con quienes ya han tenido que ver”.

Con la curiosidad propia de este asunto que no es fácil por la condena social, le pregunto que si hay mujeres casadas que soliciten sus servicios y la respuesta me deja pasmado, “todas Juan, todas son casadas y andan entre los 38 a los 50 y son de diferentes niveles económicos. Hay quienes pueden pagar un servicio casi cada tercer día conmigo o con distintos y hay otras más que se nota que van guardando de lo que les dan para el chivo. Eso sí, en estos casi 8 meses no me he topado con ninguna que acuda sucia o desaliñada, llegan cómo si fueran a ver al novio, arregladas, bañadas, perfumadas, hay hasta quienes me han llevado chocolates y una botella o algún perfume, detalles así pues”.

Eso sí, José no bebe con ellas, no fuma y tiene 3 meses haciendo algo de ejercicio como bicicleta o ir a correr al parque de su colonia; no acepta que pasen por él a su casa o verse en la casa de quien lo ha contratado a menos que ella fuese soltera, pero aún no tiene clientas así. El dinero lo ha utilizado para pagar el término de la carrera de su hermano y concluir la pequeña casa en la que viven él, su hermano y su mamá quien es viuda desde hace 7 años y donde con el lavado y planchado ajeno pudo sacar adelante la carrera de José.

Los sentimientos amorosos de él han quedado guardados por lo pronto y está ahorrando para pagar un seguro de gastos médicos para el amor de su vida, su madre, “ella merece todo y yo se lo voy a dar con este trabajo que voy a dejar en la primera oportunidad que consiga de mi carrera”. José planea abrir su propio negocio en unos años más y alejarse de la prostitución. Mándame tus comentarios, dudas y sugerencias a mi Facebook Juan Félix Chávez Flores o a mi correo electrónico juanfechavez@gmail.com

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