CUENTO AL MINUTO
El calor era agobiante cuando Matías observó que estaba indispuesto su compañero de asiento en ese largo vuelo. Luego de unos minutos, parecía una enorme pupa que apenas denotaba vida por un movimiento que podía ser latido o respiración. Giró los exhaladores de aire hacía él para no importunarlo. Se sintió cómodo y pidió un martini a la aeromoza. Ella observó a su enlarvado acompañante con extrañeza y para calmarla le dijo que estaba en uno de esos días. Tras cuatro horas y el triple de martinis, se puso a platicar con su vecino. Le contó su poca suerte en los negocios, de todo tipo, y sobre todo en sus intentos para hacerse de una novia. Una hora más pasó y la larva empezó a temblar. Todos se dieron cuenta y alguien pidió un médico. No pasó mucho para que se desgarrara y de su interior salió una enorme mariposa con cabeza humana, que miró en todas direcciones y dando aleteos y brincos buscó la puerta de salida, la abrió con gran pericia y voló al exterior, enmedio de gritos, personas succionadas y sacudones de la aeronave. Se salvó la situación con dificultad y nadie creyó a Matías por su aliento alcohólico.
IMAGEN: Fotografía de autor no identificado, que promociona un disfraz de mariposa para hombre.
